La Casa de los Gatos del barrio del Carmen
La Casa de los Gatos del barrio del Carmen
Cuando paseas por el barrio del Carmen y llegas a la calle Museo, hay un pequeño rincón mágico y especial que atrapa la mirada y la curiosidad de los viandantes.
Se trata de una gatera que hizo con sus propias manos el escultor y artesano Alfonso Yuste Navarro, allá por el año 2003. Una pequeña obra de arte que tiene ya más de veinte años.
Lo que poca gente sabe es que no es la primera gatera artística que tuvo la calle Museo. Antes de que Yuste hiciera esta, había otra que estuvo situada en el actual número 15 de esta misma calle, en la misma acera, a apenas unos metros. Cuando se construyó el edificio que ocupa actualmente ese solar, se buscó otro emplazamiento.
Para entender la ubicación actual de esta gatera, hay que explicar que Alfonso Yuste tenía su taller, situado en el número 6 de esta misma calle y veía que algunos unos gatos entraban por un agujero en el solar que era su granja-taller. Ese solar es donde se encuentra actualmente la Casa de los Gatos que todos conocemos.
Alfonso Yuste consultó entonces a los vecinos si les parecía bien construirles una casa a esos gatos y estos aceptaron encantados.
Tuvimos la suerte de coincidir con su autor, mientras restauraba la gatera, y nos contó que le gustaba mucho reciclar y aprovechar todo tipo de materiales. Usó trozos de cerámica, de mármol y hasta parte de un carrito de supermercado.
La casa tiene muchos y muy variados detalles, en los que vale la pena detenerse para ver la calidad de la obra. Por ejemplo, para entrar a la gatera hay dos escalones de piedra y una puerta con un arco de medio punto, con sus correspondientes dovelas. En medio del arco, en una de las dovelas, hay un escudo nobiliario.
A la izquierda del arco está el número 9, hecho de cerámica, y a la derecha la característica plaquita, también cerámica, de Asegurada de Incendios. Más a la derecha hay un panel cerámico compuesto de seis piezas en los que se pueden ver cuatro gatos y una leyenda. Y justo debajo, una pequeña fuente adosada al muro.
En el primer piso hay dos puertas de madera, con fotos dentro, rodeadas de un marco de piedra, que dan a salir a un balcón que está hecho con la parte del carrito de supermercado que he mencionado antes.
En el segundo piso hay tres ventanas, también de madera con su marco de piedra, en las que se pueden ver también algunas fotografías.
Y en el tejado hay dos hileras de la característica teja moruna, de color rojizo, que podemos ver en los tejados de nuestra ciudad. Y a la izquierda. una pequeña chimenea.
La leyenda que aparece en un pequeño panel cerámico, con cuatro gatos, hace referencia a un hecho que supuestamente pasó después de la conquista de Valencia, por parte del Cid Campeador. Los católicos tenían la superstición de que el gato era un animal del otro mundo, diabólico, así como también portador de mal fario y suerte. Y por ese motivo, nada más entrar en la taifa de Balansiya, ordenaron hacer desaparecer y eliminar a todos los gatos de la ciudad.
Por ese motivo pone en el texto: «A la memoria dels cuatre gats que quedaren al Barri del Carme l’any MXCIV. Mai se les va a sentir un miau més alt que altre». Los cuatro gatos supervivientes, de los que los actuales son los descendientes.
Y sobre las fotos, hay que indicar que Alfonso Yuste las cambia periódicamente. Se ha podido ver en algunas de las ventanas, por ejemplo, una imagen del actor Charles Chaplin, personajes del barrio asomados detrás de las cortinas. Y en el segundo piso, se mantiene una fotografía de los padres del autor de esta maravillosa gatera.